El hardcore punk siempre ha sido visto como un género, por lo general, conservador e inmovilista, como cruz de una moneda cuya cara siempre ha sido la honestidad y autenticidad. 2021 ha supuesto la aparición de usos de esos álbumes que suponen una excepción a este “paradigma”. Hablamos del tercer largo de los estadounidenses Turnstile, de título GLOW ON, lanzado a finales de agosto. Acompáñanos a lo largo de las siguientes líneas para descubrir a la nueva bandera del hardcore cuyo nuevo trabajo se postula como uno de los discos del año, con unanimidad entre crítica y público.
Turnstile nació en el año 2010 en la ciudad de Baltimore, y con el lanzamiento de sus 2 primeros EPs y su LP de debut Nonstop Feeling (2015), se posicionaron como uno de los grandes nombres a seguir de cara al futuro del hardcore, especialmente tras girar extensamente por EEUU con bandas como Superheaven o New Found Glory.
Todo este bagaje los llevó a firmar por Roadrunner Records, suponiendo este paso hacia una discográfica de gran alcance un hecho que probablemente no fuera bien valorado por el sector más purista de la escena. En cualquier caso, Turnstile lanzó su segundo LP Time & Space (2018), con el que pudieron empezar a girar fuera de Norteamérica. Sin ir más lejos, los pudimos disfrutar en Madrid en el año 2019, en el marco del desaparecido Download Festival.
El disco en sí supone para la banda el refinamiento de su hardcore al máximo, consiguiendo adquirir un sonido e identidad propias en base a los tan definidos estándares de este género, a pesar de que empiezan a incluir sutiles elementos de otros estilos como el R&B, rock alternativo o pop. A partir de aquí, se empezará a plantear si se puede hablar de Turnstile como una banda “puramente hardcore”.
Y es que, en el pasado mes de junio, sacaron el EP Turnstile Love Connection, con el que adelantaban 4 de los temas que iban a formar parte de GLOW ON, dando a entender que esos elementos distintivos de su anterior trabajo no iban a quedar reducidos solo a interludios, expandiendo su sonido hardcore hasta el extremo de hacernos preguntarnos si han inventado (o popularizado mejor dicho) el “dream punk”.
A las guitarras distorsionadas, se les suman chorus y delay; a la batería afilada, percusión electrónica de una drum machine; al bajo incesante, líneas R&B; a la voz furiosa, tonos melódicos en contraposición. Y en el plano general, entre todo este mar de hardcore, encontramos pistas de piano y arreglos con sintes. En conjunto, se nos ofrece un espectro sonoro que abarca desde la banda sonora del pogo más bestia que pudiera producirse en un Warped Tour hasta el pop psicodélico más intimista (haber colaborado con Blood Orange desde luego que ayuda en este aspecto), pasando incluso por lo que se podría considerar como “punk bailable” (sin llegar a meterse en terreno ska).
El tiempo dirá si son víctimas del hype o si, por el contrario, estamos asistiendo a uno de esos momentos en los que se rompen los esquemas del hardcore, tal y como hicieron en su momento grupos como Fugazi, Refused o At The Drive-In (salvando las distancias). Lo que está claro es que no sería extraño que GLOW ON alcanzara la catalogación de “gamechanger”.
Os dejamos el último álbum por aquí.
Entrada realizada por Daniel Jiménez, monitor de Rock Camp.