Ya hemos pasado el ecuador de este turno 11.5 de Rock Camp 2019 y desde el último día que escribimos en esta Bitácora han pasado un montón de cosas que os vamos a resumir.
Todavía seguíamos con la emoción de haber tenido a Amaia entre nosotros y ya empezaba el tercer día del campamento. De nuevo nos encontrábamos ante un día habitual con las clases de instrumento, las clases musicales y por supuesto los talleres de rigor. Además con el calor que hace, la piscina es una de las actividades más deseadas y si encima es con aquagym, mucho más.
Además por la tarde llegó un momento fundamental como fue organizar las bandas para la Middle Jam. Todo el mundo acabó agrupado y el repertorio que salió prometía un concierto interesantísimo que un par de días después no defraudaría. Por la noche tocaba el primer juego de Rock Camp 11.5 qué fue muy divertida y nos dejó momentos. Algunos de ellos los capturamos en fotos como la que tenéis más abajo.
Las clases continuaban su curso y en las de instrumento, seguíamos aprendiendo pero sin olvidarnos de que en breve tendríamos la Middle Jam. ¡Es increíble lo que dan de si las clases de instrumento! ¡La cantidad de cosas que podemos aprender!
Por la tarde llegaba una de las bandas más esperadas de todo el verano. Kitai es un grupo que ya ha despegado a nivel nacional y que está siendo reconocido y valorado como se merecen tras unos años de mucho curro. El concierto solo lo podemos resumir en una palabra: IMPRESIONANTE. Lo más chulo de todo es que sus miembros tenían mucha experiencia en campamentos por lo que estuvieron como pez en el agua.
Al día siguiente, la charla de Kitai fue una gozada y transmitieron a los acampado todo lo que han ido aprendiendo a lo largo de sus carrera musical.
Una vez se marcharon siguió la rutina en Rock Camp hasta que llegaron los ensayos de la Middle Jam en los que nos pusimos las pilar para llegar al concierto con cada tema aprendido de pe a pa. Un día de mucha tensión y de muchos nervios, pero que al final siempre tiene su premio merecido en forma de concierto.
Y es que la Middle Jam fue una pasada. Todos y cada uno de los acampados se subieron a tocar al escenario de Rock Camp y fue un concierto para el recuerdo.
Al día siguiente llegaba otro momento maravilloso. Tocaba ruta por los alrededores del campamento Sotolengo para conocer un poquito más la flora y la fonda del paraje en el que está Rock Camp.
Y no todo quedaba ahí, además tocaba Concierto en el Bosque. En este caso los artistas invitados eran Octubre Polar que venían en su formato reducido para adaptarse a estos conciertos tan mágicos en Rock Camp. Y como no podía ser de otra manera, la magia fluyó. Pablo y Guille son dos cracks y consiguieron hacer un concierto muy especial. Ambos han sido scouts toda la vida a parte de músicos por lo que todo lo que nos contaron tenía mucho que ver con la filosofía de Rock Camp. Ha sido una auténtica gozada poder disfrutar de su música en un sitio tan espectacular.
Por la noche tuvimos una velada de pruebas divertidísimas en la que nos echamos unas buenas carcajadas.