Hoy en nuestra sección de Cantera Rock Camp a una banda épica. Estamos hablando de los vikingos del metal nacional, Sovengar, que cuentan en sus filas con Manolo Parra. Y además os anunciamos que serán uno de los grupos que tocarán este verano en Rock Camp 2018.

Sovengar se fundó en 2013 influenciado por el sonido de las bandas de folk power metal europeo y tratando de conseguir un sonido potente y directo que no se podía encontrar en ese momento en el panorama nacional, acompañado de una estética vikinga muy característica. Las influencias principales del grupo rondarían entre Turisas, Powerwolf, Sabaton, Amon Amarth o Rhapsody of Fire, bandas que apasionan a sus miembros: Jötum a la batería, Eiggnar al bajo, Björn a la guitarra rítmica, Hjalmar a la guitarra solista y Wulfgar al keytar y voces. Como todo lo que rodea a la banda, la temática de sus letras gira en torno a la mitología nórdica y a los vikingos.

El grupo tiene dos discos y dos EPs, han compartido escenario con muchas bandas en escenarios de toda España, entre las cuales hay algunas tan remarcables como Doro, Saratoga, Medina Azahara o Muro. Actualmente están trabajando en su tercer álbum, que promete dar un gran salto de calidad, y continúan dando conciertos (O presentando batalla, como ellos dicen) por todo el panorama nacional.

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EL PASO  DE MANOLO POR ROCK CAMP:

-Años de asistencia como acampado: 3 años como acampado (del 2012 al 2014), 1 como monitor en prácticas (2016) y otro como monitor de guitarra (2017).

-¿Qué recuerdas del campamento?: qué no recuerdo, sería la pregunta adecuada jajaja Cada momento que viví en este campamento está anclado en mi memoria y en mi corazón; pero dejándonos de cursiladas, el buen rollo que se disfrutaba en el campamento gracias a un eje central como es la música es algo que recuerdo con gran cariño.

-¿Qué te aportó el campamento?: me aportó y me aporta tantas cosas… Sin duda lo más importante fue descubrir que había gente con los mismos gustos que yo, o que al menos los respetaban. Antes del Rock Camp yo no había sentido eso y me abrió la mente de una forma inmensa. El amor por la música y el respeto a otros gustos, además del trabajo en equipo y el compañerismo que requiere montar una banda aunque sea pequeña como las de las jams del propio campamento. Y por supuesto también me aportó muchas amistades, amistades que actualmente son las más duraderas e intensas que tengo.