Hace unos días os descubríamos a los australianos King Gizzard & The Lizard Wizard (puedes leer la entrada pinchando aquí). Pues bien, aquí está la crónica de su reciente paso por Madrid, un concierto “sold out” que supuso la penúltima parada de su gira europea de 2019.

Nos acercamos a la Sala La Riviera ya con la actuación de los primeros teloneros. Hay que mencionar que las bandas elegidas para acompañar a los lagartos en este tramo de la gira (O.R.B. y Stonefield) pertenecen al sello Flightless Records, dirigido por Eric Moore (uno de los 2 baterías del grupo), promocionando el catálogo de bandas de la escena underground australiana que son más afines al sonido “King Gizzard”.

La banda que abrió la velada fue O.R.B., realizando una actuación más que correcta en la que durante alrededor de 30 min. desplegaron su fuzz rock con grandes matices de stoner y psicodelia. La noche continuó con Stonefield, grupo formado por 4 hermanas procedentes de la Australia rural que desplegaron de manera sobresaliente su stoner rock psicodélico con influencias de grupos como Black Sabbath y Deep Purple. En casi 40 min. de set se dedicaron a presentar su último trabajo BENT (2019), aunque también interpretaron canciones de anteriores trabajos, como es el caso de “Eyes”, la cual fue muy celebrada por el público allí presente debido a la gran capacidad vocal de su cantante y batería, Amy Findlay. Con su salida triunfal al término de su actuación, ya os aseguramos que no va a ser la última vez que oiremos hablar de ellas.

Finalmente, el gran momento esperado por todo el mundo se hacía realidad: King Gizzard & The Lizard Wizard entraba al escenario, y desde el minuto uno, Stu McKenzie y compañía pusieron el lugar patas arriba, descargando en 1er lugar los 2 primeros singles de su último trabajo Infest The Rats’ Nest (2019), a saber, “Self-Inmolate” y “Planet B”. Seguidamente, nos adentraríamos en el pasaje microtonal del set, durante el que sonó “Rattlesnake” ya considerada un himno entre los fans de la banda. A continuación sonaron temas pertenecientes a su lado más folk, como “Sense” o “Let Me Mend The Past”, con especial protagonismo para el teclista, Ambrose Kenny-Smith, quién desempeñó las tareas vocales.

Más tarde, nos encontraríamos un bloque de canciones pertenecientes a sus trabajos Polygondwanaland (2017), Nonagon Infinity (2016) y a su primer disco de este 2019, Fishing For Fishies (en concreto para este último, “The Cruel Millenial” y “Cyboogie”, canción que destaca por el uso de vocoders). Ya cerca del final, regresamos a su álbum más reciente con “Mars For The Rich” y “Perihelion”, y para terminar, los lagartos se marcaron una jam final de más de 20 min. en la que iban sonando motivos musicales pertenecientes a “Am I Heaven?”, “Robot Stop”, “I’m In Your Mind” y “Head On/Pill”.

En definitiva, fuimos testigos de un increíble concierto de casi 2 horas, con la banda en una plenitud técnica asombrosa, y en el que el público no paró de moverse. La presencia de una pantalla por la que se reproducían vídeos de carácter psicodélico pasados por filtros de VHS ayudó a conectar con la música que se estaba interpretando. Y precisamente el sonido fue muy bueno durante prácticamente todo el set, si tenemos en cuenta la dificultad que implica sonorizar a un grupo de 7 personas con múltiples aportaciones vocales. Tras el espectáculo presenciado, ya estamos deseando su vuelta a los escenarios españoles, quién sabe si con un (o varios) disco(s) bajo el brazo.

Entrada y vídeo realizado por Dani Jiménez, Monitor de Rock Camp.