El pasado sábado estuvimos viendo a Rufus T Firefly, esa magnífica banda nacional que aúna como nadie los sonidos más psicodélicos con la suavidad del pop y momentos dignos de Led Zeppelin.
Tras llegar a la Sala Porta Caeli de Valladolid y esperar un rato a que se fuese llenando aparecían los miembros de la banda sobre el escenario, montados con su habitual formación de guitarra y bajo en la parte trasera del escenario, la batería a la derecha, teclista a la izquierda y Víctor Cabezuelo, voz y guitarra, arropado en el centro.
Tras unos primeros compases de arpegiador que anunciaban el comienzo de “Tsukamori”, canción que también abre su último disco Magnolia (2017) (lee nuestra reseña aquí) comenzaba la descarga de energía.
El sonido se fue puliendo a lo largo de las dos primeras canciones, sin duda son una banda complicada para un técnico, ya que van cargados de efectos, triggers en bombo y caja y multitud de detalles que sin duda les dan un sonido tremendamente elaborado y muy diferente a lo que estamos acostumbrados en el rock más al uso. Verdaderamente un gusto, pese a que quizá por las limitaciones técnicas de la sala estoy seguro de que estaban aún al 90% de lo que podrían sacar.
El concierto se fue desarrollando de forma fluida, un show íntegro, con canciones ejecutadas al milímetro y de pocas palabras más allá de los agradecimientos y alguna intervención esporádica de Víctor. Alternando algunos temas de sus trabajos anteriores con los mayores éxitos de Magnolia, y con una respuesta del público espectacular, que aproximó la sala al sold out y sorprendió con su entrega a la banda de Aranjuez, a los que se veía muy contentos.
Mediado el concierto llegó al final de un tema, el primero de los tremendos desarrollos musicales, empapados de psicodelia, que llegaban a explotar en un auténtico derroche de energía.
Mención aparte para uno de esos momentos en que la banda hizo uso de un dominio total de las dinámicas, tocando cada vez más suave hasta que rozaron el silencio (interrumpido por el parloteo de unos cuantos irrespetuosos) para volver a crecer como un verdadero Tsunami.
Aquí me gustaría hacer un inciso personal. Me pregunto por qué la gente tiene la maldita manía de ir a hablar a los conciertos. Creo que hay multitud de sitios mejores para hablar, cafeterías, bares musicales, la plaza de tu pueblo, el salón de tu casa o el senado galáctico… ¿Entonces, por qué demonios tienes que venir a molestar al artista con tu murmullo incesante y de paso a todos los que queremos ver y escuchar el concierto en plenitud? Si sólo quieres escuchar música de fondo y tomar algo con amigos mejor ahórrate la entrada. Te lo agradeceré infinitamente.
Con el show aproximándose a su fin Rufus nos hicieron partícipes de una canción nueva, que saldrá con “Loto” el trabajo que publican ahora en mayo como segunda parte de “Magnolia” y que sin duda reseñaremos.
Y llegaron los últimos temas, como «Pulp Fiction», «Río Wolf» o «Nebulosa Jade» y nos dejaron la sensación de haber visto a la que sin duda es una de las bandas más en forma del panorama nacional. Recomendadísimos por mi parte si os pasan cerca, y seguro que lo hacen, ya que en su extensa gira de salas y festivales seguro que tenéis ocasión de verlos.
Entrada realizada por Pablo Giral, Monitor de Rock Camp.