¡Hola amiguitos de los cables! Hacía tiempo que no teníamos una entrada en el blog de Rock Camp en esta serie de “Los cacharros del sonido”. Como prometimos en la última entrega (pincha aquí para leerla) vamos a tratar de explicar los ajustes básicos de una mesa de mezclas para que podáis utilizarla en vuestros ensayos.
Vamos a hacerlo con un modelo de Soundcraft muy sencillo, pero ideal para aprender y perfectamente capaz de ofrecer buenos resultados.
Lo primero que debemos entender es la organización habitual de una mesa. Empezando por la izquierda veremos los llamados “canales”. Cada uno de ellos corresponde a una fuente de sonido, un micrófono para decirlo sencillo, y comprende una serie de parámetros a manejar, que serán idénticos en los canales posteriores. Cada canal se lee de arriba a abajo, formando una hilera de botones rematados con el característico fader longitudinal.
Normalmente a la derecha tendremos la llamada “sección master” que controlará los parámetros globales de la mesa, el volumen general de salida, el volumen general de los efectos, y el volumen del retorno de monitores para el músico.
1º- Empezaremos trabajando sobre nuestros canales, enchufando un micrófono al conector correspondiente y girando el control de ganancia (en rojo en nuestra mesa) hasta que la señal entre con suficiente nivel pero sin causar distorsiones. Esto podemos comprobarlo con auriculares pulsando el botón pfl justo encima del fader del canal y mirando el picómetro (esas lucecitas verdes que suben y bajan)
2º – Ecualización: En nuestra mesa corresponde a la sección gris claro, con ella alteraremos en frecuencia la señal del micrófono, pudiendo reforzar o restar graves, medios o agudos según el sonido que queramos obtener.
3º – Envío y efectos: Corresponden a los controles verde claro y violeta de nuestra Soundcraft. Con el primero vamos a determinar qué nivel de señal mandamos del canal correspondiente a la salida auxiliar, que a su vez irá enchufada a un altavoz para los músicos, un monitor, vaya. Entended que podemos mandar por ejemplo mucho del canal 1 y muy poquito del 2, aunque luego en la salida principal la relación entre ellos sea justo al revés.
Con el control violeta haremos una función parecida, pero eligiendo la cantidad de señal que enviamos al efecto (normalmente reverberación) que hayamos elegido en la sección master de la mesa.
4º – Panorama y nivel de canal: Nos faltan los dos últimos controles. El rotatorio amarillo va a seleccionar a qué salida principal vamos a dirigir la señal, izquierda, derecha, ambas o todas las posibilidades intermedias. Con esto lograremos colocar cada canal en un espacio, logrando una mezcla estéreo. Por último el fader de canal va a elegir el nivel de señal que enviamos a la salida principal de la mesa, logrando así una mezcla entre los distintos canales que tengamos enchufados.
5º – Sección master: El paso final es ajustar la sección master. Si este control está a cero lógicamente nada va a sonar, porque afecta directamente al nivel de la salida principal. Para ello lo colocaremos en su nivel de trabajo y ajustaremos el volumen final en función de lo que necesitemos, arriba o abajo. También subiremos hasta el nivel deseado el fader de color violeta, para añadir los efectos seleccionados a la mezcla principal.
Espero que esta mini-guía sea de ayuda para aquellos que no sabéis por dónde empezar con una mesa de mezclas. Pensad que de verdad todas son en esencia iguales, una serie de controles que alteran y modifican los caminos por donde entra y sale la señal de audio. Las hay más grandes, con mil opciones más y tal cantidad de botones que asustan, pero si entendemos el funcionamiento enseguida podremos hacer operaciones básicas con todas ellas.
¡Hasta la próxima!
Entrada realizada por Pablo Giral, Monitor de Rock Camp.