Ayer recibíamos la triste noticia del fallecimiento de Dolores O’Riordan, más conocida por su papel como cantante en The Cranberries . No parece haber una causa de la muerte clara hasta el momento. Por ahora, lo poco que sabemos es que Dolores murió ayer, día 15 de enero, de forma repentina a la temprana edad de 46 años en la habitación de un hotel de Londres en el que se estaba hospedando.
O’Riordan nació en el seno de una familia muy católica (de ahí su nombre). Sin embargo, ella siempre llamó la atención desde pequeña por su preferencia hacia las artes, en concreto la música, y su apariencia diferente al resto de las niñas que la conocían. Lo del pelo corto fue algo temprano. Su afición por Duran Duran la llevó a casarse con su ex-manager y su gusto por la música religiosa que había conocido por su madre a tocar el órgano y cantar desde pequeña y llegar incluso a colaborar con el mismísimo Pavarotti en una preciosa versión del Ave María de Schubert. Llegó a tener parte de carrera en solitario además de con The Cranberries y era una artista que volcaba en sus letras parte de su yo más personal, más visceral y sincero.
Aunque No Need To Argue (1994), su álbum más exitoso y uno de los más vendidos en la historia, salió a la luz poco después de que yo naciera; tuve la suerte de descubrirlo en mi adolescencia y, junto a The Corrs, The Cranberries se convirtieron en una de mis bandas irlandesas preferidas. En Rock Camp no hay verano que no oigamos o toquemos “Zombie”, su single más conocido, e intentemos imitar ese timbre tan personal de la voz de Dolores. Dado que la versión original la conocemos demasiado bien, me voy a despedir con esta fantástica versión de ella como solista y la orquesta sinfónica de Varsovia. Descansa En Paz Dolores.
Entrada realizada por Pablo Abarca, Monitor de Rock Camp.