Antes de analizar su último disco, indagamos un poquito más en uno de los grupos imprescindibles de este siglo: Queens of the Stone Age. Sintonicemos con el DJ Héctor Bonifacio Echevarría y Cervantes de la Cruz Arroyo Rojas (léase rápido para mayor dramatismo) ¡Ahí van!
Avon – Queens of the Stone Age (1998). De las cenizas de Kyuss salió el primer disco de Queens of the Stone Age, que había sido compuesto en principio como el siguiente disco natural de la banda madre. Al romperse el seminal grupo de stoner, Josh Homme decide continuar su camino mirando atrás con respeto pero a la vez evolucionando a algo distinto. Aquí tenemos un ejemplo, tocado en directo con Dave Grohl (Nirvana, Foo Fighters…) a la batería.
Feel Good Hit On The Summer – Rated R (2000). Ya con banda establecida, habiendo reclutado entre otros a Nick Oliveri, echaron toda la carne en el asador para su siguiente esfuerzo discográfico, y de ese esfuerzo sale un pepino como “Rated R” (2000), donde afianzan su propuesta sónica. Buena prueba de su parte más bruta es este tema, con una letra cuanto menos lisérgica.
The Lost Art Of Keeping A Secret – Rated R (2000). No solo de distorsión vive el hombre, y en este mismo disco sacan a relucir lo que probablemente nadie esperaba de ellos: elegancia. En particular, uno de mis temas favoritos.
No One Knows – Songs for the Deaf (2002). Y de repente, el éxito masivo. Uniendo fuerzas con gigantes como el antes mencionado Dave Grohl o Mark Lanegan, las Reinas de la Edad de Piedra asaltaron las radios mainstream con este temazo de groove inimitable y que devolvió el rock a las radios. Hay esperanza, chavales.
Go With The Flow – Songs for the Deaf (2002). Una de las cosas más admirables de esta banda ha sido su constante hambre de cosas nuevas, de explorar terrenos que antes no han sido transitados o que en ocasiones se vetan a los rockeros en pos de una impostada autenticidad. Si al tupé más alto de los últimos tiempos le apetece usar pianos limpios y unas melodías abiertamente pop lo va a hacer; a los demás sólo nos queda rendirnos y disfrutar. Y punto.
Little Sister – Lullabies to Paralize (2005). Una serie de peleas internas entre Oliveri y Homme desestabilizan totalmente a la banda, quedándose solo el sempiterno cantante. “Lullabies to paralize” (2005) es quizá el disco menos centrado de la banda, pero siguen teniendo una capacidad enorme para sacar hits con gancho que se quedan en mi cabeza durante días, como este “Little Sister”. ¡More Cowbell!
Burn The Witch – Lullabies to Paralize (2005). Una de las especialidades de esos tíos es crear melodías pegadizas pero a la vez malrrolleras. Buen ejemplo de ello es este tema.
Make It Wit Chu – Era vulgaris (2007). Y una vez más, la elegancia y los falsetes aparecen hasta en temas con una temática MUY directa.
Sick Sick Sick – Era vulgaris (2007). Para contrastar con la anterior, por si pensabais que se habían ablandado. Bofetón a mano vuelta.
My god is the sun – …Like Clockwork (2013). Después de varios años desaparecidos, volvieron a lo grande con su último disco hasta la fecha “…Like Clockwork” (2013), recibiendo un aplauso unánime de crítica y público y siendo nominados a varios Grammys que debían haberse llevado (pero eso es otro tema para otro día). Una grabación titánica en la que se involucraron gente de la talla de Trent Reznor, Alex Turner, Jake Shears, los ya habituales Dave Grohl o Mark Lanegan, el hijo pródigo que es Nick Oliveri y nada más y nada menos que Sir Elton John. Con una plantilla así, como para no sacar un disco de semejante calibre.
Podemos poner 3 o 7 o 70 canciones o las que hagan falta, pero eso no importa. Lo que importa es que tú que no los conoces les des una oportunidad. Quizá no te enganchen al principio, pero sé paciente: las mejores cosas del mundo necesitan paciencia. Una vez que te enganches, te garantizo que ya no les soltarás.
Añadimos una novedad: enlace a la playlist de esta entrada.
Entrada realizada por Fran García Crespo, monitor de Rock Camp.