Por fin ha llegado la ocasión de hablaros de Sleep Token, una de las propuestas más interesantes y excitantes del panorama del metal alternativo actual. Con el lanzamiento de su segundo LP This Place Will Become Your Tomb en el pasado mes de septiembre, entramos a conocer en detalle qué es lo que hace tan especial a este proyecto musical.
Sleep Token consiste en un colectivo de músicos anónimos que empezó a cobrar vida hace 5 años. El elemento que más llama la atención acerca del proyecto es su manifestación como un culto. En concreto, las personas detrás del proyecto “adoran y se comprometen” con una deidad identificada como Sleep (del inglés, “sueño” o “dormir”), si bien se dice que ninguna lengua moderna permite formular su nombre con la suficiente precisión (al estilo de lo que sucede con Cthulhu, si es que os resulta familiar este personaje del universo Lovecraft). En concreto, este ente de poder se manifestó ante la persona que lidera el proyecto (/”culto”), identificada bajo el sobrenombre de Vessel (del inglés, “recipiente”), y encargada también del apartado vocal (y de las labores al teclado). Porta una máscara sobre la que se dibuja el logo de la banda (una composición rúnica del nombre del grupo, primordialmente) y una túnica negra que cubre el resto de su cuerpo; el resto de músicos en el grupo (quienes vendrían a ser sus lugartenientes en el culto) aparecen ataviados también con prendas negras, portando una máscara de tela sobre la que aparece impreso el logo.
Sus conciertos son etiquetados por el grupo como “rituales”, a los que se invitan a los seguidores del culto (fans) a “adorar” a Sleep de cara a experimentar la catarsis que éste puede llegar a desencadenar por medio de la música de Vessel y compañía.
En 2016 comenzaron su viaje musical lanzando el EP One, al cual le siguió Two un año más tarde. Este último empieza a mostrar los primeros elementos de conceptualidad en su música, ya que en los títulos de las canciones se corresponden con ciudades de civilizaciones antiguas, como ejemplo de que desde el inicio de la humanidad, Sleep otorgó a los humanos con el don de los sueños, además de con la maldición de las pesadillas (según el lore oficial). Desde un primer momento empezó el proyecto a llamar bastante la atención dentro de la escena underground británica, permitiéndoles firmar con Spinefarm Records de cara al lanzamiento del que vendría a ser su LP de debut, Sundowning (2019).
A estas alturas de la entrada te preguntarás… ¿Pero a qué suena Sleep Token? Pues parten de una base arraigada en el metal moderno, concretamente en un sonido propio del djent (o progcore), a juzgar por los riffs con guitarras de 7 u 8 cuerdas y por las composiciones a la batería. A partir de ese sonido, se construyen líneas vocales características del pop moderno, con múltiples capas armónicas, y se añaden pistas de piano y sintetizadores (especialmente relevante esto último en el apartado de la post-producción) reminiscentes de ese mismo género. Incluso, pueden añadir elementos de nuevas músicas urbanas como es el caso del trap, algo que se refleja especialmente en el uso de sintes y de percusión digital. Las canciones suelen cumplir un patrón de comienzo “popero” que desemboca en un final “metalero” (por catalogarlo de alguna manera), el cual no siempre tiene por qué cumplirse, habiendo casos de canciones en las que la distorsión de las guitarras arrancan desde el segundo uno (yendo hacia un pasaje más tranquilo para volver a la intensidad) u otras que abordan un sonido pop de principio a fin. Sundowning es precisamente el mejor reflejo de este espectro sonoro (y gran producción, por lo que no me quiero olvidar de la gran labor realizada por George Lever al respecto en este trabajo), pero su sonido no es lo único que hace tan especial a este álbum.
Y es que, en la época en la que se valora más estar sacando todo el rato singles (en lugar de lanzar un álbum entero de golpe), Sleep Token dieron con una fórmula única para adaptarse al nuevo paradigma de la industria musical, basándose en el concepto del álbum: “sundowning” significa “ocaso”, y hace referencia a un cuadro clínico relacionado con síntomas de demencia (como sucede en una etapa avanzada de la enfermedad de Alzheimer), en concreto, un empeoramiento de las condiciones motoras y del comportamiento del paciente que se produce con la desaparición de la luz solar, en el ciclo día noche. Sleep Token lanzó cada una de las 12 canciones del álbum a la hora exacta del atardecer, con el primer corte publicado en la noche del solsticio de verano (la noche más corta del año). Cada 2 semanas, una nueva canción se hacía disponible para los oyentes, siendo la hora de publicación más temprana que para el corte anterior, ya que la hora del ocaso se adelanta a medida que nos acercamos al solsticio de invierno. Teniendo en cuenta la variedad musical descrita en el párrafo anterior y la temática de las letras, la intención de Sleep Token es reflejar las diferentes alteraciones que experimentan los pacientes de esta enfermedad (así como su impacto psicológico); con cada lanzamiento, el hype por oír la siguiente canción crecía, y el boca-boca puso al grupo en el radar de muchos oyentes y medios especializados.
Además, por cada canción nueva, lanzaban merchandising específico de dicha canción, el cual estaba disponible hasta que saliera la siguiente; en realidad dio igual, ya que agotaron todas las unidades para cada canción. Sin duda, ha sido una de las mejores campañas de marketing de los últimos años en la escena independiente.
Y así llegamos a finales del pasado mes de septiembre, con la publicación de su segundo LP. También con 12 canciones, y repitiendo productor, encontramos por un lado una homogenización de la fórmula musical de la banda, si bien da la impresión de que la balanza se inclina ligeramente hacia el lado pop, pero al mismo tiempo aborda nuevos enfoques (desde usar solo guitarra acústica y voz modo de cierre del álbum, o meter una canción acappella con la voz procesada con vocoder en su totalidad). Conceptualmente hablando, nos encontramos ante lo que parece una historia de inmersión hasta lo más profundo del océano: el color azul “marino” domina todos los aspectos del artwork, en el que destacan los diseños para cada canción con distintas especies marinas, mientras que los teasers de cada canción reflejaban un nivel de profundidad que iba aumentando con cada nuevo teaser. Y al igual que ocurría con Sundowning, el apartado lírico se desarrolla en consonancia con el concepto en los títulos de varias de las canciones, además de enmascarar la dualidad Sleep-Vessel bajo la apariencia de lo que a primera vista podrían considerarse “canciones de amor”.
Por el momento, solo es posible ver en directo a Sleep Token en Gran Bretaña y, curiosamente, en el Mad Cool Festival del año que viene (ya que es la única fecha europea confirmada más allá de Reino Unido). Por lo que, si al final te ha acabado llamando la atención este proyecto, la oportunidad de asistir a uno de sus “rituales” es más fácil de lo que podrías esperar.
Finalmente, tan solo me queda una última cosa por decir… W o r s h i p.
Entrada realizada por Daniel Jiménez, monitor de Rock Camp.