Hoy os presentamos a una banda que, si bien se quedó a medio camino de lo que prometía, tienen algunos de los mejores temas de rock del siglo XXI. Os hablamos de Wolfmother un grupazo de ROCK con mayúsculas.
Cambio de siglo. Efecto 2000, bonanza económica y manifestaciones de “no a la guerra”. En la música, las princesas Disney dan aún coletazos, y el Nu-Metal está en pleno apogeo, antes de caer en un (probablemente) injusto descrédito. Y en estas en 2004 tres muchachos aparecen en las antípodas reclamando un trono que hacía tiempo que estaba algo vacante: el de “Nuevos Reyes del Rock”.
Hay que reconocer que a principios de siglo tuvimos unos cuantos grupos que nos hicieron creer que el rock volvía con fuerza. Unos Jet (también australianos) plagiaban a Iggy Pop con el “Are you gonna be my girl?” y les salía la jugada redonda; The Darkness nos devolvían un poquito de la gloria del glam aunque ellos mismos jugasen a la parodia, y Wolfmother mezclaban con maestría a Pink Floyd y a Black Sabbath para su homónimo álbum.
El primer disco homónimo de Wolfmother (2005) no tiene tema malo, con esa mezcla potente y una imagen arrolladora destinada a llevarse a todas las chicas de la sala. Parecía que arrasarían allá donde fueran, pero unos inoportunos (y constantes en su historia) cambios de formación lastraron lo que podían haber sido. Cosmic Egg (2009) es otro discazo, pero ya la fuerza y la novedad se perdieron poco a poco en los siguientes discos. No obstante, debéis dar una oportunidad a estos ladrones y bufones.
Luego resultó que eran los Arctic Monkeys los que se llevarían la vacante, pero, oye, que nos quiten lo bailao.