El disco de la semana viene de una banda de Madrid, Kitai. Con Que Vienen (2015) nos presentan una propuesta coherente y arrolladora que no deja indiferente a nadie. 

Kitai llevan ya tiempo siendo un grupo que está en boca de mucha mucha gente en el mundillo musical. Al fin y al cabo, no todo el mundo puede presumir de coronarse en espacios tan dispares como el festival indie español por excelencia (Sonorama Ribera) y a la vez ser una banda prometedora en nuestro rincón de la contundencia metalera llamado el Resurrection Fest. 

Una de las cosas que más llaman la atención a primera vista es la singularidad de cada uno de sus miembros. A diferencia de muchas bandas actuales en las que lo que hace cada músico queda muy diluido por una búsqueda de unidad formal, Kitai celebran las diferencias y particularidades de cada uno, dando una heterogeneidad sana al todo que conforman: Deivhook es todo un portento a la batería y aprovecha cualquier hueco para aportar detalles rítmicos; la influencia de Flea no está solo en el tatuaje de Fabio sino también en sus dedos, haciendo que sus slaps y recorridos por el mástil tengan ese “control descontrolado” que tenía su maestro; el guitarrista, Edu, se dedica a aportar musicalidad variada en el colchón que le ofrecen sus compañeros, haciendo notar la influencia de guitarristas como Josh Homme o John Frusciante; y por último, Alex, todo un showman, una especie de mezcla entre el Iggy Pop más salvaje y el Ian Curtis más emocional, un todo o nada en forma de escuálido cantante al que es imposible ignorar. 

Tras dos EPs más que notables, Origen (2013) y Viral (2014) nos deleitan con Que vienen (2015), un disco en el que han puesto toda la carne en el asador. Ecos de Arctic Monkys, Muse, Red Hot Chili Peppers y Radiohead se juntan con una lírica críptica pero fácil de recordar en estribillos que quizá no entran a la primera, pero que cuando llegan a tu memoria lo hacen para quedarse. Destacaría por encima de otros “Sur”, un gran ejemplo de que la contundencia sónica y los ritmos de baile pueden ir juntos, la épica de los estribillos de “Rebelión” y la intimidad que tiene su canción homónima, que acaba siendo atravesada con el filo de un solo de guitarra que sólo la gente con auténtico gusto a la hora de componer es capaz de hacer.    

Quizá sean demasiado indies para los metaleros, quizá sean demasiado agresivos para los indies. Qué más da: han pasado con nota el examen del primer LP y estoy seguro de que aún están escalando al podio. Estad atentos y veréis cómo las montañas van siendo conquistadas una tras otra.  

PD: Esta misma semana han salido en varios medios de comunicación nacionales por demostrar que son un grupo que va absolutamente a por todas: alucinad con la historia pinchando aquí.

Entrada realizada por Fran García Crespo, Monitor de Rock Camp.