Hoy en nuestra sección de multimedia he decidido tirar para mi campo y hablaros de los grandes olvidados de la historia del rock. Esas personitas que estuvieron ahí para documentar todas aventuras y desventuras de las grandes figuras de la música. Hablo por su puesto de los fotógrafos. Son numerosos los cámaras que han aportado su granito de arena en toda esta historia. Pero hoy hablaremos de una persona en concreto, no es otro que el gran Baron Wolman, conocido como «los ojos del rock».
Wolman (1937-2020) fue uno de los grandes fotógrafos residentes en E.E.U.U. de los años 60 vinculados al panorama musical, conocido entre otras cosas por sus colaboraciones en la década de los 60 para la revista musical Rolling Stone.
Si nos remontamos a los inicios de su trayectoria profesional habríamos de decir que la pasión de Baron por la fotografía comenzó en el Berlín Oriental en la década de los 60 después de haber sido reclutado por el ejército. Después de vender sus primera fotografías a un periódico ( eran imágenes de la vida detrás del Muro de Berlín), decidió que dedicaría su vida a trabajar como reportero gráfico para diferentes medios. Una vez hubo terminado su obligación con el servicio militar, se mudó de Alemania a Los Ángeles y después a San Francisco.
Ya instalado en San Francisco, en alguna fecha alojada en el año 1967, un Baron con 30 años de edad, conocía a una persona que daría un vuelco a la vida profesional del fotógrafo. Un elocuente estudiante de la Universidad de Berkeley, que hacía las suyas de escritor, no era otro que Jann Wenner, que fundaría la revista Rolling Stone a finales de ese mismo año junto con el crítico musical Ralph J. Gleason. Mientras Baron fotografiaba grupos y artistas de rock, Wenner demostraba su talento para la redacción en lo que se estaba constituyendo como un nuevo tipo de periodismo musical.
A pesar de hacer algunos trabajos para la Rolling Stone Baron seguía trabajando por libre. El alemán, que ostentaba plena titularidad de las fotos que tomaba para Rolling Stone, cede los derechos a la revista, proporcionándoles un uso ilimitado de las imágenes. Baron comienzó a trabajar para Rolling Stone en octubre de 1967 y continuó militando como fotógrafo en la revista durante 3 años. Durante ese periodo creó algunas de las imágenes más icónicas no sólo de la revista si no de la historia del rock. Ha fotografiado a grandes celebridades como The Beatles, Janis Joplin, The Rolling Stones, Frank Zappa, The Who, Jimi Hendrix, Joan Baez, Iggy Pop, Pink Floyd, The Grateful Dead, Phil Spector, Jim Morrison, Ike & Tina Turner, Bob Dylan y muchos otros músicos e iconos de la contracultura que le eran contemporánea.
El estilo de Baron, cuando hablamos de retrato, era de corte informal entre las que encontramos un archivo de imágenes desarrolladas tanto en el estudio como sobre el escenario y las fotografías eran publicadas solo tras ser aprobadas por el artista o por sus representantes. Y aunque su trabajo en la revista musical definió su carrera como fotógrafo, Baron también se implicó con numerosos proyectos ajenos a la música. Wolman abandonó la Rolling Stone en 1970, después de haber llegado al puesto de director de contenido. Wolman creo su propia revista de moda, aprovechando las primeras instalaciones que la Rolling Stone tuvo en San Francisco. La llamó Rags, y se convirtió en una revista de la contracultura, creativa e irreverente, los trece números de la revista fueron un importante acontecimiento artístico. En 2001, Baron se mudó a Santa Fe, donde siguió trabajando como publicista y fotógrafo hasta su muerte el 2 de noviembre de 2020.
Baron es un fotógrafo muy interesante así que os dejamos por aquí su web, para que podáis cotillear todo su portfolio: http://fotobaron.com/collections/classic-rock/
Entrada realizada por Marc Moreno, monitor y fotógrafo de Rock Camp.