Van Halen es una banda de Hard Rock, originaria de Estados Unidos, con una gran fama y éxito en los años 80’s. Editando 12 álbumes desde 1978 hasta la actualidad, Van Halen está en el puesto número diecinueve de las bandas que más álbumes han vendido en los Estados Unidos, con un total de 90 millones. Van Halen también es una de las 5 bandas de rock que cuentan con 2 álbumes que han vendido más de 10 millones de copias en los Estados Unidos, y en el año 2007 fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock.
De todos es sabido que en el mundo de la música cuando se llega a cierto nivel de popularidad hay muchas excentricidades y los artistas hacen muy variopintas peticiones cuando van a dar sus conciertos:
· Bruce Springsteen, en el Festival Río de Lisboa de 2012 pidió 1 bar para 200 personas y otro para 25, flores blancas y 240 toallas.
· Metallica pide en su «rider» 50 kilos de hielo y 6 claras de huevo.
· En las giras de Guns N’Roses, Axl Rose pedía ropa de cama de color negro, pañales negros o rojos, uvas verdes y rojas sin semilla, un melón cuadrado y 12 botellas de agua mineral Smart entre otras cosas…
· Kiss quería en sus camerinos: Maíz al vapor, ensalada de atún sin huevo, ensalada de huevo y mayonesa, bowl de fruta fresca para 10 personas, una jarra pequeña de jugo de frambuesa negra, 3 botellas de agua Perrier y 1 Sparking, 50 tazas de plástico, 3 botellas de miel natural, entre muchas cosas más.
· Michael Jackson pedía muchas cosas extravagantes, por ejemplo que pintaran de negro los cristales de las ventanas de los hoteles donde se hospedaba o que le recibieran con bandejas llenas de ositos de gominola.
Y ¿Van Halen?, pues su excentricidad era, que según el contrato que firmaban para dar un concierto, la cláusula nº126 (en un contrato de 500 cláusulas y cientos de folios) decía que en el camerino debería haber siempre un bol lleno de M&Ms de chocolate de diferentes colores pero que no podía haber ninguno de color marrón. En principio puede parecer una excentricidad más de artistas a los que la fama se les ha subido a la cabeza, pero en realidad era una petición bastante inteligente. Daban conciertos por todo EEUU, varios todos los meses y viajando cientos de kilómetros. Cuando en un concierto de otras bandas pueden moverse entre 3 y 5 camiones con escenarios, luces, equipos, decorados… su espectáculo movía 18 trailers. Llegaban unos pocos días antes y el promotor de cada ciudad debía montar todo el complejo escenario según lo acordado y siguiendo las instrucciones concretas de montaje y seguridad. Cuando Van Halen llegaba al lugar donde iban a tocar lo primero que hacían era comprobar el bol de M&Ms, si estaba tal y como habían pedido (sin ninguno de color marrón) continuaban y actuaban, en caso contrario cancelaban el concierto. ¿Por qué? bien fácil, consideraban que quien hacía bien lo de los M&Ms se había leído y habían cumplido el contrato y las instrucciones y podían dar por hecho, que con esta rápida comprobación, todo lo demás iba a estar bien. Y al contrario, si había M&Ms marrones o si ni siquiera había el bol con M&Ms, se podía suponer que el montaje no iba a ser el adecuado ya que no habían tomado el cuidado necesario. Desde entonces a este tipo de pruebas que un cliente hace a un suministrador para ver rápidamente que grado de cumplimiento de lo acordado ha tenido, se le denomina «La Cláusula Van Halen».
Os dejo con la votada en la revista Rolling Stone como canción favorita de los fans de Van Halen: