En los tiempos que corren, a veces resulta inexplicable el hecho de que bandas que lo tienen todo para triunfar con un sonido pop/rock basado en guitarras, todavía les cueste amasar una gran audiencia fuera de su nación de origen. Este es el caso de los británicos Nothing But Thieves, quienes vienen de sacar su EP Moral Panic II, por lo que aprovechamos la ocasión para presentaros a uno de los proyectos con gran presente y un futuro aún mejor.
En el año 2012 se formaría la banda en Essex, al sureste de Inglaterra. 2 años después de su formación, lanzan su primer EP Graveyard Whistling (2014), firmando ese mismo año por RCA Records, hecho que les condujo a telonear a grupos como Arcade Fire o Muse. Precisamente, un híbrido del sonido de esta última banda con el sonido de los Foo Fighters es como podríamos definir la idea musical de esta banda, por lo menos en su álbum de debut homónimo Nothing But Thieves (2015), especialmente notorio en las guitarras y en la voz de su cantante, Conor Mason.
Esta fórmula la empezarán a filtrar hacia un perfil más orientado a la música pop, pero sin abandonar su esencia de rock alternativo, en su segundo LP Broken Machine (2017), al que le seguiría un muy buen segundo EP, What Did You Think When You Made Me This Way (2018). Ya se intuyen las primeras inclusiones de elementos de electrónica relacionados al apartado de post-producción. Por otra parte, este disco los lleva a empezar a poder girar por salas importantes a lo largo del territorio europeo.
Hacia noviembre de 2020 nos llega su tercer largo Moral Panic, en el que se confirma la tendencia de la banda de adoptar sonidos basados en sintetizadores, en detrimento de una menor presencia de guitarras. No obstante, esto no implica que ambos elementos combinen de muy buena manera en varios cortes del álbum que se podrían considerar auténticos temazos. En lo que respecta a los medios-tiempos y/o las baladas (también de alta calidad), el grupo se aleja del esquema sonoro que mencionamos previamente, adquiriendo un sonido propio de muchas bandas contemporáneas y que definen el estado actual de la música indie.
El álbum se grabó fundamentalmente antes del estallido de la pandemia. Sin embargo, parece que los títulos de muchos de los cortes de este trabajo presagiaron el comportamiento global que íbamos a mostrar desde dicho fatídico mes de marzo. Pero no deja de ser curioso que la temática que les inspiró para conceptualizar el álbum encaje como un guante en un contexto (a priori) radicalmente distinto. En palabras de su propio guitarrista para la Mondosonoro “… es un álbum sobre las personas; habla mucho sobre los problemas que, como sociedad, enfrentamos: el cambio climático, tribus en las redes, la mentalidad “nosotros contra ellos”, cultura de la cancelación, el uso de los datos, etc. Por eso, el corazón del álbum trata como las personas reaccionamos a estas cosas…”.
Y llegamos finalmente al trabajo que ha motivado esta entrada, que no es otro que su reciente EP “Moral Panic II”. A juzgar por el título (y la producción), nos encontramos con cortes restantes de las sesiones de grabación del LP. Ya con 3 LPs a la espalda parece que nos tienen acostumbrados a sacar un EP post-LP. Y si nos adentramos en el aspecto musical del mismo, al contrario de lo que ocurre con el LP, aquí predominan más las guitarras (incluso toscas por momentos) que ese pop basado en sintetizadores. En cualquier caso, no dejan de ser canciones de un altísimo nivel, y sirven de indicador para dejarnos claro que por mucho que el sonido de Nothing But Thieves se adapte hacia los estándares actuales, las guitarras van a seguir estando ahí. ¡Y nosotros que nos alegramos!
Entrada realizada por Daniel Jiménez, monitor del Rock Camp.