Cuando vives fuera de tu ciudad natal, siempre es más agradable en finde en casa cuando sabes que aparte de ver a la familia, amigos y demás, vas a ir a un concierto. Así que al Irish Theatre de Salamanca me encaminé para ver a unos viejos conocidos de la siempre potente aunque desconocida escena charra, Sin Sentido.
Sin Sentido son una banda que lleva más de 4 años peleando como todos por hacerse un hueco en el crudo panorama musical, con la particularidad de hacer pocas concesiones a la galería; su sonido siempre se ha mantenido fiel al rock urbano de tradición clásica, aunque con una enorme sensibilidad a la hora de encontrar melodías que enganchen al oído, y con un cantante que engancha versos que tienen bastante más profundidad de la que parece al principio. A pesar de haber cambiado mucho de miembros en este tiempo, con la última formación parecen haber consolidado su propuesta, uniendo a los esquemas de David (cantante y único miembro original del combo) unas baterías contundentes a manos de Verdejo, un bajo atronador (y muy bonico por cierto) por parte de Brena y la guitarra de Justo, que dispara ráfagas de blues. Y es con esta formación con la que han grabado “Que nos odien los poetas”, su último disco y que presentaban esta noche.
Con una sala llena (el detalle de la entrada gratuita ayudaba) aunque sin agobiar, comenzaron con una intro y “Cuenta atrás”, canción con un potente e inmediato riff de guitarra que se te mete hasta el tímpano y en la que en el disco colabora Fernando de Reincidentes. Su sonido cercano a unos Despistaos cañeros se va centrando mientras caen las canciones del nuevo disco y del anterior “A destiempo”. Si tengo que buscarle una pega al concierto diré que entre canción y canción a veces se quedaba un tiempo de silencio incómodo que a veces la banda no rellenaba, pero no puedo ponerle un pero a cuando sí lo hacían, pues lo usaban para denunciar lacras como la violencia de género, pedir apoyo a las bandas locales y acordarse con cariño de antiguos miembros del grupo (creedme, si habéis tenido un grupo sabéis que esto muchas veces no es fácil y esto honra a Sin Sentido).
Destacaría como sonaron “Cuando solíamos sentir”, “A destiempo” que sonó furiosa como pocas, la colaboración de Javi de Paté de Pato en “La gran estafa” y esa pequeña joya que es “Almas rotas”, que recomiendo a todo aquel que ha pasado ese difícil momento en el que no somos capaces de dar amor y sólo damos nuestro cuerpo. Esa canción es Verdad en mayúsculas, aunque cueste mirarla a la cara.
“Sin condiciones” finiquitó el concierto, dejándonos con ganas de más. Al menos sabemos que tenemos un gran disco en “Que nos odien los poetas”, para poder paliar la espera hasta poder verles de nuevo en directo.
Entrada realizada por Fran Garcia Crespo, monitor de Rock Camp.