Acontecía el 2º día del festival, quizá el más esperado de los 3 debido al cabeza de cartel que nos esperaba esa noche: SYSTEM OF A DOWN. 12 años sin pisar España… el hype se palpaba en el ambiente.
Comenzamos la tarde con un concierto muy hardcore de We Ride, grupo en el que está tocando el bajo Tweety, uno de los monitores de Rock Camp. Nos dio un poco de tiempo a ver a Myrath y flipamos con su directo, ¡absolutamente impecable! La gran sorpresa del día vino con Skindred, un grupo que yo no conocía de nada y que me encantó desde el primer acorde. Un concierto muy animado y divertido, lleno de rock e increpaciones al público. Nos escapamos para ver un poco a Dawn of the Maya (grupo con el que ha tocado Julen, otro profe de Rock Camp), que lo estaban dando todo en el escenario 4. Sabia decisión, porque además de disfrutar del concierto nos remojamos de lo lindo gracias al manguerazo del que la organización había provisto a los asistentes.
Volvimos al escenario 2, donde había actuado Skindred, para ir haciendo hueco para Opeth y pudimos ver mientras tanto, en el escenario 1, a Hamlet. Lamentablemente, su concierto resultó lo peor del día para mí. Un sonido que dejaba mucho que desear, un directo en el que si no fuera por el cantante (tirándose al público desde el minuto uno) nos habría dejado algo aburridos. Opeth salieron al escenario con cierto retraso, pero con la calma y la profesionalidad que les caracteriza. Sin nada ostentoso y una actitud correcta del que sabe en qué lugar está dieron un conciertazo de solo 6 canciones (¿sólo? Vamos hombre, es prog) de distintos discos de su carrera. Apenas hubieron terminado se oyó el primer rasgueo de guitarra en el escenario 1 proveniente de uno de los guitarristas de The Cult. Este concierto era el único concierto de rock del día, el resto eran más bien metal ¡y vaya si mereció la pena! El buen rollo se respiraba en el ambiente, cosa que me alegró desde el principio ya que se notaba que no había mucha gente que conociera al grupo y seguramente se llevaron una grata sorpresa con su actuación.
En el ambiente se respiraban los nervios por ver a System, pero eso no impidió que hubiera gente que acudiera en legión a Mastodon, que se marcaron un conciertazo. Fuimos cogiendo sitio. La gente estaba cada vez más apiñada. Se notaban los nervios y estos se hicieron patentes cuando sonaron los primeros acordes de “Soldier side/intro” que anunciaban el comienzo del concierto de System of a Down. Desde ese momento hasta el final, pudimos vivir un pogo continuo, agobiante, y una actitud de 0 respeto entre los fans durante todo el concierto, que lo único que querían era estar más y más alante. Ello provocó que yo por ejemplo me fuera de allí y acabara presenciando la mayoría del concierto a la altura del puesto de sonido, donde había mucha menos gente y un mayor clima de respeto. Serj Tankian estuvo increíble, no le he visto cantar así en mi vida y presenciarlo en directo fue un gran regalo, al igual que en general lo fue el concierto entero. Yo llevaba esperando este momento 10 años, y sé de gente que incluso más. Para nosotros fue un momento muy especial que recordaremos siempre. Ojalá vuelvan pronto. Para terminar la noche, mientras nos reagrupábamos, pudimos ver un poco del concierto de Zebrahead, que estuvo lleno de energía, dejando claro que la noche no había acabado con System of a Down. Pero a mí me venció el agotamiento y decidí finalizar ahí la experiencia de un muy buen día de festival, lamentando un poco no tener entrada para el día siguiente.
Entrada realizada por Pablo Abarca, Monitor de Rock Camp.