Los que sí teníamos entrada para el último día llegamos un poco tarde, debido a la necesaria siesta que nos tomamos ya que las fuerzas empezaban a flaquear ya después de tres días de festival. No obstante, cuando llegamos pudimos ir directos a ver a Deafhaven, que demostraron que se puede tocar su creativa mezcla de black metal, shoegaze y post-rock bajo un sol de justicia y mantener la dignidad. Agresivos, pero lo suficientemente melódicos como para que no nos perdiéramos en un mar de decibelios distorsionados y pudiéramos prestar atención a los matices. Notable alto.

En vez de intentar ver a Iced Earth deprisa y corriendo, nos picó la curiosidad de girarnos y ver a Arcane Roots, grupo británico que mezcla el rock alternativo con el pop y que me recordaron vagamente a mis amados Biffy Clyro. Mereció la pena, no sólo por contraste, sino porque también se marcaron un gran bolo. Buen descubrimiento que llevo desde ese momento investigando.

Después de meternos entre pecho y espalda un buen bocata de calamares, fuimos a coger sitio para In Flames. Habiéndolos visto con 18 años, 14 años después es un buen momento para retomarles y ponerles en valor. La banda ha cambiado mucho, incorporando a su death melódico elementos de eléctronica y metalcore que no desentonan, sino que suman. Ellos mismos son conscientes, y el mismo cantante lo comentaba a mitad de directo. Sin embargo, eso no les resta valor alguno, si tal caso les añade honestidad. Una tras otra fueron cayendo las canciones (de su última etapa sobre todo), acabando con un “Take this life” que nos puso a todos a bailar en uno de los circle pits más respetuosos en los que he estado. Bravo.

No creo que sea el único que piense que Apocalyptica se merecían el escenario 2 en vez del 3, pero no avanzaré en la crítica más allá de esto. Los finlandeses son una institución en el mundo del heavy, y llevan un tiempo celebrando el 20 aniversario de su disco de debut en el que versionaban a Metallica con 4 cellos. Diferente sin desentonar, aunque eché de menos algo más de volumen. Sí, son instrumentos de música sinfónica, pero las canciones son de metal, y aquí deben mandar las canciones. Organización, apúntense el par de pullas.

No pude escuchar en condiciones el directo de Ministry ya que la expectación por ver a Prophets of Rage me podía, siendo la prueba que mis amigos esperaban sentado mientras yo me movía nervioso. Y desde luego no defraudaron, sino que se marcaron el que creo que fue el concierto del festival. La conjunción del poder instrumental de Rage Against the Machine y los fraseos de Chuk D y B-Real nos trajeron todo el poder combativo que tenía sus música desde finales de los 80 y principios de los 90. Y aunque sea viejo, un tanque es un tanque, y así sonaron: compactos, autoconscientes (en todo momento el repertorio está pensado para que botemos y disfrutemos como público) y experimentados, nos dieron lo que queríamos y más. “Testify”, “Guerrilla Radio”, o “Take the Power Back” se mezclaban a la perfección con el tema nuevo “Unfuck the World” o versiones de viejas canciones de Cypress Hill, Public Enemy o un mix de clásicos del rap combativo que nos puso a botar como locos. Eso sí, el momento clave y más emotivo del concierto se lo llevó “Like a Stone”, tema de Audioslave que tocaron para homenajear al recientemente fallecido Chris Cornell y que nos convirtió a todos en improvisado coro. La fina lluvia que nos rozaba la piel, el sentir de 30000 gargantas unidas (sobre todo en el estribillo) y el espacial solo de Tom Morello nos llevaron al más puro éxtasis.
La recta final la marcaron con “Bulls on Parade” y un esperadísimo “Killing in the Name” que no defraudó y nos dejó a todos exhaustos. Años y años esperando a ese momento cumplieron con cada expectativa.

Pocas fuerzas nos quedaron después de esto. Vimos un poco de NOFX pero reconozco que ya tenía la cabeza en otro lado: a donde me habían llevado los Profetas de la Rabia.
Este Download Madrid 2017 ha tenido luces y sombras, pero debemos quedarnos con el hecho de todo lo que nos ha permitido vivir. Y creedme que yo no voy a olvidar lo vivido estos días.

Entrada realizada por Fran García Crespo, Monitor de Rock Camp.