El videoclip ha quedado curioso, con todos ellos vestidos de etiqueta y tocando en los pasillos de un teatro. Al final, los miembros del grupo se convierten en un quinteto de cámara tocando en el escenario; y es este guiño final el que más me ha gustado ya que convierte a unos músicos de rock en algo más solemne.
Disfrutad del tema, que merece la pena.
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