Recuperamos las entradas sobre los grandes productores musicales de la Historia del Rock. Hoy os traemos a Rick Rubin uno de los productores más exitosos de las últimas décadas, responsable de innumerables éxitos,
Los primeros años de Frederick Rubin quedan marcados por su afición por dos estilos que aún no confluían: el punk y el rap. Militó en algunas bandas de punk universitarias y aún en sus años universitarios fundó el sello Def Jam. Aunque a priori su idea fuera la de dar cabida a bandas como Minor Threat, se fue metiendo poco a poco en el mundo del incipiente rap, logrando esa fusión, siendo uno de los culpables del interés por el rap de unos primigenios punkies conocidos como Beastie Boys (escúchales pinchando aquí), y de la colaboración de Run DMC con Aerosmith en “Walk This Way” (escúchala pinchando aquí). Más tarde se convirtió en el productor de cabecera de los gigantes del metal Slayer, con quienes produjo su clásico “Reign in Blood”.
Si lo juntamos con la producción poco después del “Electric” de The Cult y, sobre todo, la revolución que supuso su encuentro con los Red Hot Chili Peppers, a los que produjo su boom “Blood Sugar Sex Magic” y con los que tuvo una relación laboral de más de 20 años.
En 1994 refunda su sello como American Recordings, y resucita la figura de Johnny Cash, con una serie de álbumes en los que destaca la capacidad interpretativa del veterano cantante de country.
Ya en el siglo XXI ha seguido siendo muy relevante, colaborando con múltiples bandas, si bien ha sido también muy criticado puesto que se le ha considerado uno de los responsables de la “loudness war”, como se ha visto en álbumes en los que estuvo involucrado como “Death Magnetic” de Metallica o “13” de Black Sabbath.
En general el estilo de las producciones de Rubin es definitorio del momento en el que más destaca, los años 90. Suelen ser producciones muy desnudas, eliminando la reverb excesiva propia de un sonido más ochentero. Ha trabajado mucho el ambiente a la hora de grabar, buscando localizaciones adecuadas, y teniendo la paciencia de un artesano para que los músicos saquen lo mejor de sí mismos, hasta el punto de que algunos lo han considerado más un gurú personal y espiritual que un productor al uso.
Si tenéis un rato, podéis ver su estilo en este maravilloso documental sobra la grabación del “Blood Sugar Sex Magic” de Red Hot. Disfrutad.
Entrada realizada por Fran García Crespo, Monitor de Rock Camp