Hoy os traemos la crónica del concierto que dieron Arcane Roots en Madrid la semana pasada. Esperemos que os guste tanto como a nosotros el concierto
Una sala Moby Dick llena hasta un 90 por ciento nos esperaba para el concierto de Arcane Roots, una de las bandas de rock alternativo más interesantes que han surgido de Reino Unido en los últimos años. Algunos de los escritores del blog de Rock Camp llevamos dándoos la matraca ya un tiempo con ellos, como se puede ver en la entrada “Descubriendo a….Arcane Roots” o en el poso que nos dejaron tras su actuación en el pasado Download Fest. Sin embargo, aún teníamos pendiente aprovechar la oportunidad de verlos en una sala con su propio show.
Lo primero que hay que mencionar es la ambición de estos tres músicos: cada nuevo lanzamiento ha marcado un volantazo en su manera de entender la música, manteniendo un gran gusto por la melodía adecuada en cada tema, pero dejándose llevar por la experimentación, como se percibe en su último disco Melancholia Hymns (2017), que venían a presentar. Más bandas así nos hacen falta, que se atrevan a variar y no simplemente a repetir esquemas una y otra vez.
Comenzaron con “Off the floor”, single de su último disco, que hace de puente perfecto entre su etapa anterior, más orientada a crear hits como se vio en su EP “Heaven and Earth”, y la nueva, más atmosférica y etérea. Y aquí está la clave de por qué no fue un concierto que entrara dentro de lo común: durante la hora y media larga que estuvieron en el escenario, dinamitaron todos los conceptos previos que pudiéramos tener sobre lo que el ritmo de un concierto de rock alternativo debería ser. Y aun así, nos tenían comiendo de la palma de la mano. Las transiciones no eran bruscas y el sonido siempre fue nítido, destacando la capacidad vocal de Andrew Groves, que varía sin pestañear de falsetes espaciales a guturales de desesperación.
“Landslide”, “Matter”, “Slow Dance”, “Arp”…las canciones iban cayendo una tras otra, sumiéndonos en un estado de paz y guerra cuando tocaba. Destacaría “Tryptych” (sigo flipando que el señor Groves sea capaz de cantar y tocar esos riffs a la vez), “Curtains” y “You Are”, única concesión a su material más antiguo. Con su melocotonazo “If Nothing Breaks, Nothing Moves” y “Half The World” terminaban, dejándonos una plácida melancolía que supongo nos durará hasta que podamos volver a verlos.
Entrada realizada por Fran García Crespo, Monitor de Rock Camp.