«Siloé. Un acto de fe».
Hay ocasiones en las que uno va a un concierto como si fuera a hacer paracaidismo: siempre has tenido curiosidad, pero hay una sensación de vértigo fuerte por si no llegas a tirarte al vacío. O peor, por si te gusta y de repente, ya nada es igual.
Comprobando mis arneses de seguridad fui el viernes a ver en directo a Siloé al Teatro Cervantes de Valladolid. Bien es cierto que las cuerdas me dejaban bien sujeto: «La Verdad», el primer disco de este nuevo proyecto de Fito Robles (ex Ele De Eme que estuvieron en Rock Camp 2009 y 2010), es un ejercicio impecable de pop-rock alternativo con las justas pinceladas de cantautor folk. Además, el artista vallisoletano jugaba en casa, con un soldout y rodeado de los suyos (y eso se notaba por las infantiles voces que entrañablemente buscaban llamar su atención llamándole «Tito»). Aún así, al estar fuera de mi elemento natural no acababa yo de sentirme muy católico.
Gracias a Dios (o a la música, que en mi vida viene a ser lo mismo), todo ese miedo se me pasó en el momento en el que Fito agarró la guitarra y empezó a contarnos «La Verdad» en puro acústico entre el público. Le siguieron «Contemos Aullidos» e «Invasor», dos trallazos que hicieron que el público se rindiera en el acto a la banda.
Justo antes de empezar Octubre Polar (que en 2014 pasaron por Rock Camp) había calentado un poco al ambiente, aunque creo que su potencial se aprovecharía más en un formato eléctrico. Poco a poco el ambiente iba convirtiéndome en creyente, sobre todo cuando el cantante vallisoletano empezó a hablar entre canción y canción y contribuyó a destruir mi topicazo del cantautor lánguido y sosaina que canta tristezas de poetas muertos: aparte de ser un tío con gracia y una autoconsciencia muy sana, demostró a lo largo del concierto que maneja el papel de frontman como un auténtico profesional.
Iban cayendo temas uno tras otro y si bien el ritmo decayó un poco en el rato que Fito se quedó solo a cantar temas nuevos, se recuperó enseguida en cuanto empezó a desgranar la cara B del álbum, con la preciosa «Noria y Alud» y una espectacular «Minas De Sal» que nos puso a todos (de nuevo) en pie. Más flojita vi la versión de «Wicked Game» de Chris Isaak, pero ya estaba dispuesto a perdonar pequeños pecados.
La banda sonó en todo momento compacta y contundente y enfilaron la recta final con la caña de «Sombra De Ti» (madre mía, cómo sonaba la batería) y la elegancia del single «El Poder» que acabamos coreando todos junto a una banda abrazada que había abandonado sus puestos para entrar en comunión plena con el público.
En ocasiones, para disfrutar las mejores experiencias hacen falta actos de fe. Señores y señoras, pongan su fe en la verdad de este hombre. Valdrá la pena.
Entrada realizada por Fran García Crespo, Monitor de Rock Camp.
Fotos realizadas por Cristina Seco, Fotógrafa de Rock Camp de 2014 a 2016.
No Responses to “Crónica concierto Siloé, Valladolid 19/05/2017”