Que Paul McCartney es el Beatle más prolífico, aún cuando todos estaban en activo tras la separación de la banda, es algo fuera de toda duda. Tiene muchos discos, y los hay de diferente nivel, pero casi todo el mundo está de acuerdo en que su mejor trabajo fue el «Band On The Run» (1973) que grabó con su banda The Wings.
En el magnifico libro del gran Geoff Emerick, «El Sonido de los Beatles» del que ya os hablamos aquí (pincha aquí); a parte de las páginas dedicadas a la grabaciones con los Fab Four, le dedica un hueco especial a esta joya de la discografía de Paul.
Después de la que banda se separase los cuatro Beatles siguieron caminos separados y McCartney formo una nueva banda con su mujer, Wings. Lanzaron dos disco de bastante éxito, pero cuando se decidieron a grabar el tercer, hubo varios desacuerdos y dos de sus miembros se dieron a la fuga justo antes de grabar, quedando solamente su mujer Linda y Denny Laine.
La grabación se hizo en un país exótico como Nigeria, más en concreto en su capital Lagos, en una de las sucursales de EMI. Todo parecía muy bucólico, pero la grabación fue bastante complicada con unos medios algo precarios respecto a lo que estaban acostumbrados a realizar en Londres.
Les pasó de todo, desde tener que arreglar el equipo al llegar hasta tener que reconstruir algunas partes del estudio. Paul y Linda fuesen asaltados a cuchillo perdiendo en el robo las letras y demos de todos los temas que habían compuesto previamente a la grabación. Paul sufrió un broncoespasmo durante la grabación que le llevó al desmayo, e incluso una estrella local como Fela Kuti les acuso de haber ido a robar sus ideas. Vamos que tranquila no fue la grabación.
Aún así, los temas que se grabaron eran muy buenos y los arreglos que se fueron haciendo en la estancia en Nigeria con Paul a la voz, bajo y batería, Linda al teclado y Denny a la guitarra; junto con la profesionalidad y genialidad de Geoff Emerick tras los mandos; hicieron que el disco fuese todo un éxito. Incluso llegó a ganar 3 Grammys: mejor interpretación pop para Paul, y mejor arreglo de álbum no clásico para Geoff.
Si me tengo que quedar con una canción, la que da título al álbum es una maravilla difícil de igualar, con cambios de tempo sorprendente. Pero también habría que destacar la enérgica “Jet”, la melódica “Bluebird”, la corearle “Mrs. Vanderbilt” o incluso un tema muy rockero como “Let Me Roll It” en el que Paul parecía querer sonar como su ex-compañero John Lennon.
La portada del disco es magnífica con los tres Wings que quedaban, acompañados de varios famosos (Michael Parkinson, Kenny Lynch, James Coburn, Clement Freud, Christopher Lee, y John Conteh) como si todos fuesen convictos a la fuga.
Entrada realizada por Javi Miralles, Coordinador de Rock Camp.