Hoy os traemos la crónica del concierto en la sala Caracol de The Brew + Tri, dos bandas importantísimas para nosotros, ocurrido el pasado 25 de mayo y en el que celebramos los 10 años de Rock Camp y a la vez presenciamos el nacimiento de algo nuevo. Os lo contamos.
Con puntualidad británica Tri comenzó a las 21.00, con su formato de power trío (de hecho, no recuerdo otra vez en mi vida en la que haya visto tanto a telonero como banda principal con este formato tan minimalista y a la vez tan rockero) echando humo. “Valley of Sins” sonó fenomenal, si bien al principio las guitarras del grandísimo Pablo Abarca se percibían menos que el atronador bajo de Rodri Aldudo o la elegantísima batería de Óscar Monedero (qué gusto dar escuchar a un baterista que no da solo golpes ni le preocupa la demostración técnica sino el feeling). Enseguida continuaron mezclando temas propios como “Take this to the Top” con sus recursos dreamtheateros con versiones muy distintas entre sí como el “Helter Skelter” de The Beatles o el “Figure it Out” de Royal Blood, aunque convirtieron la parte media de este último tema en un medley progresivo.
El estilo de la banda madrileña oscila entre todos los palos del rock progresivo de todas sus épocas: Jethro Tull, Dream Theater, Tool (ojo al tema nuevo que se marcaron) o todo un referente en el prog como es …..Johann Sebastian Bach????? En definitiva, una labor de telonero de libro, aunque la pega fue que la sala estaba aún a medio aforo. Hay que salir antes de casa, chavales.
El plato fuerte llegó al poco tiempo: los ingleses The Brew reventaron nuestros tímpanos desde un primer momento con “Seven Days Too Long” de su último disco “Art of Persuasion” (2018). “One Lime Crimes” y “Johnny Moore” cayeron acto seguido, demostrando a todos los presentes lo que es el groove. Es curioso lo de esta banda: si ya la formación es atípica (aceptémoslo, los Power Trios no están de moda desde hace décadas) y atípica es su composición (¿tú tocarías y te irías de gira con tu padre, como hacen el bajista y batería?), también es atípica su evolución, ya que los grupos con el paso de los años tienden a suavizar sus propuestas, mientras que The Brew ha pasado de ser un combo de blues rock setentero a incorporar influencias del rock alternativo noventero o incluso del stoner.
Los temazos siguieron cayendo (“Mute” me volvió loco, al igual que “KAM”, y “Gin Soaked Loving Queen” me dejó como solo un single te puede dejar) y el concierto continuó entrelazando temazos con momentos más calmados o demostraciones de técnica, como cuando el baterista se marcó su habitual solo en el que acabó sin baquetas y oye, ni falta que le hacían. Con una vuelta a los principios que es su “Every Gig has a Neighbour” acababan el concierto y la fiesta.
Al terminar, nada y todo había cambiado a la vez. 10 años de Rock Camp que quisimos celebrar trayendo a uno de los grupos cuyas canciones se han oído más en los altavoces de Sotolengo, y a la vez presentando un nuevo comienzo: la Escuela de Música Rock Camp, que abrirá sus puertas en septiembre. Seguro que canciones de Tri o The Brew se escuchan pronto a través de sus muros.
Entrada realizada por Fran García Crespo, Monitor de Rock Camp.